Durante el reposo, en la práctica de mi personaje de estatua viviente, percibo mucho movimiento en mi interior. Intuyo que esa vibración está relacionada con la captación de la atención de un espectador urbano, en medio del bullicio de la calle. A partir de esta situación escénica, a la que nombro Reposo Vivo, me propongo indagar sobre el fenómeno que transcurre durante la representación de la quietud de mi personaje de estatua viviente, en la obra Refugio Colectivo. 

En este trabajo planteo relacionar definiciones previas de la estatua viviente, conocimientos extraídos de la filosofía de autoconocimiento Vedanta Advaita y el concepto de estados no ordinarios de conciencia de Stanislav Grof, con un exhaustivo proceso de meta-observación durante un proceso creativo propio. La creación de esta obra escénica busca desarrollar la capacidad expresiva durante la quietud, invitándome a explorar en la presencia existente más allá, o más profundamente dentro, de la propia existencia. Es entonces que me pregunto: Estando quieto, ¿Qué hago para que me vean?

Propongo entonces, desmenuzar, describir e identificar los procedimientos que realizo para desarrollar el movimiento interior en mi cuerpo, que provoca el encuentro con un observador. Este cruce propondría así, un intercambio energético que trascienda la ficción de la quietud, para convertirse en un estado de consciencia muy diferente al cotidiano de la calle, en contacto con mi Ser y dibujando una huella en la conexión con el espectador.